Las cremas untables, patés o DIPs son una de las mejores recetas para un aperitivo o un picoteo. Cómodos de tomar, hay un montón de opciones para todos los gustos. En este caso, combinamos dos alimentos que funcionan muy bien: el queso y los frutos secos, y en menos de cinco minutos podremos tener listo nuestro paté de nueces y queso azul.

Podemos servirlo en un cuenco junto con pan o preparar canapés, como he hecho en este caso, utilizando unas tartaletas crujientes que combinan fenomenal con lo untuoso de esta receta de paté de queso y nuez. Al montarlo en porciones individuales, ponemos unas gotas de miel sobre cada uno, mientras que si lo servimos en un tarro para que cada uno se unte, pondremos un chorrito de miel por encima.

¿Qué te parecen estos canapés de queso azul con nueces? ¿Te animas a probarlos? Si te gustan las recetas con queso, también puedes preparar tartaletas de queso con membrillo, bola de queso con nueces y pasas o, para el postre, vasitos de tarta de queso.

Fue un flechazo a primera vista. Me encantan las recetas con queso, así que, cuando descubrí estas bolas de queso, no dudé en probarlas ni un momento. Es un aperitivo que se prepara en un momento y se puede dejar hecho con anterioridad, incluso un par de días antes. No tiene complicaciones y es un plato perfecto para picar.

La receta de bola de queso (party cheese ball, en inglés; y boule de fromage, en francés) admite un montón de variaciones. La base suele ser un queso crema, que se complementa con algún otro queso para darle más sabor. En este caso he elegido un queso manchego, pero el azul, el de cabra o el parmesano también quedan muy bien. Luego se mezcla con el aliño, alguna salsa que le dé un toque especial; y, por último, se recubre. He visto bolas cubiertas de frutos secos, de trocitos de pan o galletas saladas, de muesli, de trocitos de frutas, de pipas, de semillas, de muesli, de hierbas aromáticas...

Por supuesto, pueden prepararse en tamaño pequeño, para comer de un bocado, pero dan más trabajo, porque hay que dar forma y rebozar una a una. Puedes ver cómo se preparan en esta receta de bolitas de queso con pistachos y arándanos. También he visto que algunas de recetas de bolas de queso llevan una 'sorpresa' en el interior, que no se descubre hasta que la gente empieza a comer. Por cierto, este aperitivo de bola de queso se puede ir cortando y untando con un cuchillo o, directamente, coger un poco con una galleta salada o una minitostada.

Venga, anímate a preparar esta bola de queso con nueces y pasas, que además de estar riquísima sorprenderá a quien la vea.

Este pastel de queso y manzana no es una tarta de queso al estilo cheesecake, pero tampoco tiene la miga típica de los bizcochos. Es una receta de pastel de queso y manzana que alterna capas de masa y fruta que se integran en el horno y dan como resultado un dulce suave, húmedo y delicado.

Este bizcocho de queso y manzana se caracteriza, sin duda, por su textura, ya que la fruta prácticamente se deshace durante el horneado. Además, tiene un sabor delicioso, que puede cambiar en función de la variedad de manzana que elijas. Incluso puedes sustituirla por pera, melocotón, fresa y otras frutas que no contengan mucho agua.

El queso que uso para cocinar esta receta de bizcocho de queso y manzana es queso crema, untable y de sabor muy suave, pero puede sustituirse por queso mascarpone, queso quark o queso batido. Lo importante es que sea un queso cremoso que se integre perfectamente en la masa.

Si te gusta la tarta de manzana, no te pierdas la clásica con base de hojaldre, o la galette, de estilo más rústico. ¿Eres más de cheesecake? Prueba la tarta de queso sin horno, la tarta de queso y chocolate, la tarta de queso con galletas Lotus, el pastel de brownie y cheesecake o la tarta de queso salada. Y si te gustan ambas opciones, tienes que probar esta receta de pastel de queso y manzana.

Las bolas de queso son un aperitivo rico y muy resultón que admiten muchas variaciones: desde el tipo de queso hasta los ingredientes que añadimos, pasando por la cobertura. Pero, además, pueden presentarse en grande, como os expliqué en la receta de bola de queso con nueces y pasas, o en formato individual, como en este caso, ideal para ir picando con la mano.

Es verdad que hacer las bolitas de queso pequeñas da más trabajo que hacer una única bola de la que todos irán comiendo, pero según la ocasión, merece la pena presentarlas en este formato individual. Yo suelo hacerlas así en Navidad u ocasiones especiales. Por cierto, si quieres que la sorpresa sea aún mayor, puedes incluir algo en el centro de las bolitas, en este caso, un pistacho entero o un arándano sin partir, por ejemplo.

¿Te animas a preparar esta receta de bolitas de queso con pistachos y arándanos?

El mascarpone es un queso fresco italiano muy cremoso, que se ha hecho muy popular gracias a la tarta de tiramisú. De color blanco ligeramente amarillento, el queso mascarpone tiene un sabor dulce y muy lácteo, lo que le convierte en un ingrediente ideal para postres. Curiosamente, no se elabora como un queso, sino con el procedimiento de los yogures: añadiendo un cultivo de bacterias a la nata de la leche que se utiliza para producir parmesano.

Esta tarta de queso mascarpone es muy rápida de preparar y, al ser una tarta fría, es perfecta si buscas postres fáciles y no quieres encender el horno. Es una receta de tarta de queso fácil, con un resultado muy cremoso y un sabor suave. Puedes decorarla con fruta, como he hecho yo, pero también cubrirla con mermelada de tu fruta favorita (de fresa, de cereza, de fresa SIN azúcar, de melocotón...), dulce de leche, crema de limón, crema de chocolate...

Si lo prefieres, puedes hacer esta tarta de queso sin horno en versión individual, preparando vasitos de tarta de queso mascarpone. Pones la galleta molida en el fondo (en este caso, sin mantequilla, pues no hará falta que esté compacta para desmoldar), a continuación la crema de queso y, cuando haya cuajado, decoras. Es muy cómodo porque solo tienes que servir un vasito a cada uno sin partir en porciones.

¿Te animas a probar esta receta de cheesecake de mascarpone?

Los gofres auténticos son una masa abizcochada que se cuece en la gofrera, el aparato que les da nombre. Pero para amortizar este electrodoméstico, se puede hacer un aperitivo tan rico y sencillo como estos gofres de queso, que realmente de gofre solo tienen la curiosa forma que les da la máquina.

En realidad se trata de trozos de queso cheddar empanados y tostados en una gofrera, que amolda el queso a sus huecos y hace que adquiera esta forma tan característica. Quedan crujientes por fuera y fundentes por dentro, por eso es imprescindible que los tomemos recién hechos, cuando aún están bien calientes.

Por supuesto, se pueden tomar solos, pero quedan muy bien acompañados con confituras vegetales, como la mermelada de tomate o mermelada de pimiento rojo; también con membrillo o con un poco de ensalada. Estos gofres pueden ser pequeños aperitivos o completar una cena.

Si en casa sois ratoncillos, no dejes de preparar esta receta de gofres de queso.

En este caso, vamos a dar sabor al queso cottage con ralladura de limón y pimienta de colores; y a las uvas asadas con hierbas aromáticas, logrando que esta tosta sea una explosión de sabores y texturas en la boca, que no te dejará indiferente.

¿Te animas a probar esta receta de tosta de uvas asadas con queso cottage?

La pasta fresca es uno de mis platos favoritos, sobre todo cuando va tan bien acompañada como esta, por una deliciosa salsa de queso manchego y un vino tinto crianza para maridar. Normalmente pensamos en los vinos cuando tomamos carne o pescado, pero es importante elegir bien siempre para disfrutar más aún de los platos.

Hacer pasta fresca casera no es tan complicado como puede parecer. Pero hay ciertas variedades, como los sacchettini, que dan más trabajo porque hay que preparar la pasta, el relleno, montarlo y conseguir que se sequen con una forma muy concreta: la de saquitos. En este caso la pasta era comprada, y el relleno es de setas y trufa, muy suave y aromático.

¿Vamos descorchando una botella? ¿Te animas a probar esta receta de pasta fresca rellena con salsa de queso maridada con Bordón crianza?

El calabacín es una hortaliza versátil que se puede cocinar de las más diversas formas. En puré, cocida, frita, asada o rellena, como en este caso. Su sabor suave y algo dulzón hace que pueda combinar con casi cualquier ingrediente: con carne, con pescado, con otras verduras y también con queso. Por eso los calabacines rellenos se puede preparar con diferentes picadillos, convirtiéndose en una estupenda receta de aprovechamiento.

Preparar una receta de calabacines rellenos es sencillo. Lo más importante es que la pulpa quede melosa para que se integre con el resto de ingredientes de la farsa, en este caso, dos tipos de jamón, cocido y serrano, y queso. Una vez asados, los calabacines son fáciles de vaciar, solo hay que tener cuidado para no romper la cáscara, ya que será después el soporte donde serviremos el relleno.

Es habitual que este tipo de rellenos se preparen con una base de bechamel, pero en este caso, llevan simplemente una combinación de queso crema y leche evaporada, ligera y más rápida y sencilla. Con esta receta de calabacines rellenos logramos un resultado suave, jugoso y más ligero, además de convertirla en apta para celíacos.

¿Te gustan las hortalizas rellenas? No dejes de probar esta receta de calabacines rellenos de jamón y queso.

Los espárragos verdes o trigueros son las puntas exteriores de la planta esparraguera, que crece en caminos espontáneamente, en suelos secos y soleados. Son un alimento de temporada, típico de la primavera, de sabor ligeramente amargo, que se caracteriza por su escaso aporte calórico y por ser rico en fibra y diurético.

Actualmente, los espárragos trigueros se pueden comprar, ya que también se cultivan. De hecho, estos y los espárragos blancos nacen de la misma planta. La diferencia de color se debe a que a los blancos no les da la luz del sol, mientras que los espárragos verdes crecen con ella.

Los espárragos se pueden cocinar de diversas formas: al vapor, a la plancha, guisados o, como en este caso con salsa de queso cheddar. Se trata de una salsa cremosa, al estilo de una bechamel, con la que se cubren los espárragos para gratinarlos después. El resultado es delicioso.

¿Te animas a probar esta receta de espárragos trigueros gratinados con salsa de queso?

Los totopos suelen formar parte del aperitivo, o lo que en México se conoce como botana. En España se consumían desde hace años como snack salado, bajo el nombre comercial de Doritos; y posteriormente se hicieron populares acompañados de salsa de queso en los restaurantes VIPS.
Después de muchas pruebas, he conseguido preparar una versión muy parecida a la salsa de queso de VIPS, para poder disfrutar de unos nachos con queso en casa como si estuviéramos en uno de sus restaurantes. La clave, usar queso cheddar y tener paciencia para que se funda, se mezcle de manera uniforme con la leche evaporada y quede en su punto.

¿Te animas a probar esta receta de nachos con salsa de queso?

Galletas, sí, pero galletas saladas. Una propuesta ideal para un aperitivo, como picoteo o para acompañar con un poco de dulce de membrillo, de mermelada de pimiento rojo, de tomate, de cebolla...

Y lo mejor, es que se pueden adaptar a los gustos 'quesísticos' de cada uno: el sabor varía en función de la combinación de quesos que se utilice. En casa, somos 'queseros' en general, por eso cada vez que las hago voy probando diferentes mezclas. Esta sabía a queso, pero no era un sabor demasiado fuerte. En otras ocasiones he puesto un toquecito de queso azul o de parmesano, que son más potentes.

Estas galletas también pueden ser una buena opción como merienda para los niños, sobre todo aquellos que no toman suficientes lácteos.

Aquí te dejo, paso a paso, la receta para prepararlas. ¡Espero que te gusten! Si las haces, manda una foto por email (la dirección, arriba a la derecha) o súbela a la páginas del blog en Facebook.
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26/09/2012: Edito la entrada para dejar el vídeo del programa Miel sobre Hojuelas, de Castilla-La Mancha TV, en el que preparé estas galletas de queso y la sopa de tomate y albahaca.

Queramos o no, Halloween se ha instalado en nuestras vidas. Así que, disfrutemos de la fiesta y aprovechemos para preparar comidas terroríficamente deliciosas, como este cheesecake con chocolate. Al fin y al cabo, está igual de bueno con una tela de araña que con otro dibujo y arrancaremos una sonrisa a los peques de la casa.
La idea de hacer esta tarta de queso con tela de araña es de la gran Martha Stewart, que tiene cientos de recetas geniales para cualquier ocasión. Lo mejor es que, además de ser divertida, el cheesecake estaba riquísimo. No era el típico que hacemos con mermelada por encima, que podéis ver 'vestido' de otoño en forma de vasitos; tiene una textura diferente, más suave y cremosa. No sabría cuál elegir, la verdad, son bastante diferentes, sobre todo por el chocolate y toda la cobertura exterior.
Si no te gusta Halloween, o quieres preparar la tarta de queso para otra ocasión, puedes hacerla sin tela de araña, dibujando cualquier otra forma en la superficie con el chocolate, poniendo puntitos, rayas o lo que se te ocurra. Y, por supuesto, puedes cocinar también otras recetas típicas de Todos los Santos, como buñuelos, huesos de santo, panellets de piñones, panellets de almendra, o viajando a los países anglosajones, pastel de calabaza.

¿Te animas a preparar esta receta de tarta de queso y chocolate para Halloween?