El rape es un pescado de carne muy apreciada, blanca y sin espinas, lo que lo convierte en ideal para niños o personas que no quieren encontrarlas. Se trata de una especie con muy bajo índice de grasa, que cuenta con proteínas de alto valor biológico y cuya carne es muy digerible.

Existen tres tipos de rape diferentes: negro, rosado y blanco. Para distinguirlos, hay que fijarse en el interior de su barriga, ya que es exactamente igual por fuera. El más valorado es, sin duda, el rape negro, especialmente el gallego, que se captura por flota de bajura y que llega muy fresco a puerto. El rape negro gallego es mi favorito, no solo destaca por su sabor, también es el que menos mengua a la hora de cocinarlo.

¿Te animas a probar esta receta de rollitos de rape con tomate seco y jamón?

Las nécoras son uno de los crustáceos más valorados. Es un tipo de marisco de carne blanca y fina, con un potente sabor a mar, sobre todo si tienes la oportunidad de elegir marisco gallego fresco. Cocinar nécoras cocidas es muy, muy sencillo, pero muchas personas no saben cómo comer una nécora, así que en esta publicación te voy a explicar cómo cocerlas y cómo limpiarlas para poderlas disfrutar.

Para cocinar nécoras debes usar agua de mar o, en su defecto, agua con 70 gramos de sal por cada litro. Aunque no es imprescindible, te recomiendo aromatizarla con laurel. Las nécoras deben cocerse el tiempo justo para que no queden pasadas: si son pequeñas, bastará con 4-5 minutos, si pesar a partir de 125 gramos, unos 7. Una vez cocidas, solo tenemos que disfrutarlas. En el paso a paso te enseño cómo limpiarlas para comerlas fácilmente.

¿Te animas a probar esta receta de nécoras cocidas?

Las pastas marquesas, que en mi casa siempre se han llamado marquesitas, son unos bizcochos de almendra típicos de Navidad. Son tradicionales de Toledo y tienen casi un siglo de historia, porque al parecer datan de la década de 1920. Sus ingredientes son los del mazapán: almendra y azúcar, aunque se añade huevo para darles esponjosidad y ralladura de limón para aromatizar.

Respecto al origen de la receta de marquesas, solo está claro que nacieron en la provincia de Toledo. Hay quien apunta a Pablo Alguacil, que las preparaba en su confitería 'La Positiva', de Bargas (Toledo), y que las registró entonces como 'marquesas Alguacil'; y quien dice que fue Hipólito Juanes de la Cruz quien las creó en Sonseca (Toledo).

Las marquesas de Navidad tienen forma cuadrada y son de tamaño pequeño. Se hornean en unas cápsulas de papel y van cubiertas de azúcar glacé. Tiernas y muy jugosas, su fama ha hecho que se popularicen y se consuman en toda España.

¿Te animas a preparar en casa esta receta de marquesitas?

Si buscas un aperitivo para una ocasión especial, tienes que probar estos milhojas de jamón con crema de tomate asado. Aunque puedan parecer complicados, si lees el paso a paso, verás que no lo son. Es un entrante fácil, muy vistoso y riquísimo, sobre todo si eliges un buen jamón. Yo he usado jamón de Guijuelo.

La masa filo o pasta filo son hojas finísimas, casi transparentes, que se usan superpuestas, a modo de hojaldre, en la cocina mediterránea de la zona oriental (Medio Oriente, Magreb, Grecia, Turquía y los Balcanes). Aunque parece difícil de manejar, solo requiere un poco de agilidad para que no se seque. Además, en este caso no hace falta que las dobleces queden perfectas, solo queremos que nuestras milhojas tengan un poco de volumen.

Es mi marisco favorito en Navidad y ocasiones especiales, sobre todo cuando tengo la oportunidad de elegir marisco fresco gallego. La cigalas a la plancha son un auténtico manjar, con su carne muy blanca y tersa; y las mejores las tenemos en España, concretamente en la ría de Vigo.

En caso de que tengas que preparar muchas, también puedes cocinar cigalas al horno, llenando una o dos bandejas y consiguiendo que estén listas en apenas 15 minutos. La textura no es la misma, pero quedan muy ricas y jugosas. Hacerlas al horno también es buena idea cuando no son muy grandes.

¿Te animas a probar esta receta de cigalas de tronco a la plancha?

Si nunca los has probado, su aspecto puede generar recelos, pero los percebes, especialmente los percebes gallegos, son una de las joyas de la gastronomía. Muy fáciles de preparar, los percebes cocidos son un entrante ideal para las comidas y cenas de Navidad.

Los percebes son crustáceos que crecen adheridos a las rocas en zonas de oleaje. Se pueden diferenciar dos partes: el capítulo, o uña, que le protege de los depredadores y evita que se deseque cuando aminora el oleaje; y el pedúnculo, que es la zona por la que se adhiere a las rocas, y que está cubierto por una piel muy fuerte y flexible.

¿Te animas a cocer percebes gallegos en casa?

Almendra y azúcar. El auténtico mazapán de Toledo no necesita más que estos dos ingredientes y algo de huevo para pintarlo antes de entrar al horno. Una receta centenaria que, curiosamente mezcla en sus orígenes la repostería árabe con las religiosas de un convento toledano.

Con tan solo cuatro ingredientes y sin apenas utensilios, esta es una receta de galletas fáciles para hacer con niños. Ellos pueden darle forma con sus manitas y colocar los trocitos de chocolate, les encanta participar. Además, estas galletas de mantequilla tienen una masa muy agradecida que no necesita reposos ni estirar con rodillo para que queden todas iguales y perfectas. Se pueden formar bolitas y aplastar un poco con los dedos antes de añadir el chocolate.

¿Te animas a probar esta receta de galletas con chips de chocolate?

Con la llegada del buen tiempo, apetecen platos templados y presentaciones informales. Las brochetas son una forma diferente de presentar la comida y suelen tener bastante éxito, sobre todo en reuniones donde se comparten de pie platos con recetas de picoteo. Es habitual encontrar brochetas de carne, como los pinchos morunos o las de pavo y verduras, pero las de pescado son menos frecuentes y también quedan estupendas. Ya publiqué unas brochetas de langostinos y salmón, y ahora estos pinchos de rape y verduras.

Lo bueno de esta receta de brochetas de rape y verduras es que puedes ir variando las hortalizas según la temporada y también el pescado: prueba con mero, merluza, salmón o atún. Se preparan en muy poco tiempo y lo único que debes tener en cuenta es no cocinarlas en exceso, para que el pescado no quede reseco. El rape, a medida que se cocina, se va poniendo más blanco. Vigílalo y sabrás cuándo está en su punto.

Para acompañar, puedes servir unas patatas gajo, un poco de pasta hervida, arroz blanco o montar las brochetas sobre una tostada. Además, le van muy bien salsas como la mayonesa, el alli oli, la salsa de soja o la salsa tártara. Puedes poner varias en pequeños cuencos para que cada uno se sirva a su gusto.

¿Te animas a probar esta receta de brochetas de rape y verduras?

El arroz cocido es uno de los platos básicos de la cocina, un alimento muy versátil que te ayuda a completar cualquier comida o cena. Por algún motivo, algunas personas no consiguen que les quede en su punto, pero con esta receta de arroz blanco de mi madre se acabaron los problemas: cuando se trata de cocina del día a día, mi madre nunca falla.

La clave para lograr un arroz blanco perfecto está en tostar el arroz y usar una buena cacerola antiadherente. Por supuesto, es imprescindible respetar los minutos de cocción, pero ten en cuenta que el tiempo exacto dependerá del tipo de arroz, la dureza del agua o la altitud, así que tendrás que ajustarlo, aunque no más de un par de minutos.

Si quieres preparar una arroz cocido para guarnición, ya sea para acompañar unas verduras, una carne o un pescado, es importante que quede ligeramente suelto, al igual que ocurre cuando queremos hacer una ensalada de arroz o arroz tres delicias. Con esta receta de arroz cocido, también podrás servirlo con pisto y huevo frito, con tomate y salchichas, o añadirlo a un plato de legumbres cuando estén casi listas.

Seguro que esta receta de arroz blanco perfecto se va a convertir en uno de los básicos de tu cocina. Anímate a compartir conmigo fotos cuando la prepares.

El mascarpone es un queso fresco italiano muy cremoso, que se ha hecho muy popular gracias a la tarta de tiramisú. De color blanco ligeramente amarillento, el queso mascarpone tiene un sabor dulce y muy lácteo, lo que le convierte en un ingrediente ideal para postres. Curiosamente, no se elabora como un queso, sino con el procedimiento de los yogures: añadiendo un cultivo de bacterias a la nata de la leche que se utiliza para producir parmesano.

Esta tarta de queso mascarpone es muy rápida de preparar y, al ser una tarta fría, es perfecta si buscas postres fáciles y no quieres encender el horno. Es una receta de tarta de queso fácil, con un resultado muy cremoso y un sabor suave. Puedes decorarla con fruta, como he hecho yo, pero también cubrirla con mermelada de tu fruta favorita (de fresa, de cereza, de fresa SIN azúcar, de melocotón...), dulce de leche, crema de limón, crema de chocolate...

Si lo prefieres, puedes hacer esta tarta de queso sin horno en versión individual, preparando vasitos de tarta de queso mascarpone. Pones la galleta molida en el fondo (en este caso, sin mantequilla, pues no hará falta que esté compacta para desmoldar), a continuación la crema de queso y, cuando haya cuajado, decoras. Es muy cómodo porque solo tienes que servir un vasito a cada uno sin partir en porciones.

¿Te animas a probar esta receta de cheesecake de mascarpone?

El moje manchego, también conocido como mojete, es una de las ensaladas tradicionales de La Mancha. Es muy popular, especialmente en primavera-verano. De hecho, se empieza a tomar antes de que empiece la Semana Santa, por eso en algunas zonas se conoce como moje de Cuaresma o moje de Pascua.

Los ingredientes del mojete manchego son muy sencillos, aunque también sufren variaciones según los pueblos. La base es el tomate, en unas zonas se usa tomate entero en conserva, en otras, tomate fresco (según el sitio, pelado o no). Después se ponen tiras de cebolleta (o de cebolla, aunque su sabor es más fuerte), aceitunas (verdes o negras, también aquí hay diferentes versiones), huevo cocido y, por último, atún en conserva o migas de bacalao desalado (en crudo), según la época y el pueblo. Hay quien también le pone pimiento rojo asado.

Tampoco el aliño del mojete es igual en todas partes. Hay quien solo pone aceite y sal, quien añade ajo y/o comino, quien adereza con una vinagreta tradicional... Lo importante es que el moje no quede seco, pues, como su nombre indica, debe permitir pringar bien de pan en el aderezo.

¿Te animas a probar esta receta de moje o mojete manchego?

La mona de Pascua es un dulce típico de la Semana Santa en el litoral mediterráneo. En España, se come en la mitad este: Cataluña, Valencia, Murcia, Aragón y parte de Castilla-La Mancha. Aunque la mona de Pascua clásica consiste en un rosco o bollo de masa tipo brioche, que se decora con huevos duros, cada vez son más habituales las monas de bizcocho o las monas en forma de figura de chocolate.

El nombre proviene del árabe munna o mouna, que significa 'provisión de la boca', y era un regalo que los moriscos hacían a sus señores... La tradición dice que el padrino o madrina debe regalar una mona a su ahijado el Domingo de Resurrección, marcando el final del periodo de ayuno y abstinencia de la Cuaresma. Al día siguiente, Lunes de Pascua, que es festivo en la mayoría de las zonas donde es típico, se va al campo en familia a comerse la mona de postre o de merienda. Es una celebración muy familiar.

Si preparas la mona de Pascua de bizcocho en casa, los niños pueden ayudar tanto a preparar y mezclar los ingredientes del bizcocho, como a elegir y elaborar los adornos. También a decorar el bizcocho. Es una buena forma de pasar tiempo en familia.

¿Te animas a hacer esta receta de mona de Pascua de bizcocho? Si prefieres ver el paso a paso en vídeo, solo tienes que hacer clic: mona de Pascua en vídeo.