En este caso, he preparado el arroz basmati con frutos secos y especias, lo que hace que sea un plato aún más aromático. La combinación de texturas tiernas y crujientes y la mezcla de sabores garantizan el éxito. Además es ideal para cocinarlo con antelación y tenerlo guardado en la nevera sólo para calentar.

¿Te animas a probar esta receta de arroz aromático con frutos secos?

La salsa bechamel es un básico de la cocina, pero su elaboración y su alto contenido calórico, hace que muchas personas no la usen de manera habitual. Esta bechamel de calabacín es la solución ideal: una versión fácil, sin apenas grasa, sin harina, pero cremosa, de sabor suave y con el toque a nuez moscada.

El arroz cocido es uno de los platos básicos de la cocina, un alimento muy versátil que te ayuda a completar cualquier comida o cena. Por algún motivo, algunas personas no consiguen que les quede en su punto, pero con esta receta de arroz blanco de mi madre se acabaron los problemas: cuando se trata de cocina del día a día, mi madre nunca falla.

La clave para lograr un arroz blanco perfecto está en tostar el arroz y usar una buena cacerola antiadherente. Por supuesto, es imprescindible respetar los minutos de cocción, pero ten en cuenta que el tiempo exacto dependerá del tipo de arroz, la dureza del agua o la altitud, así que tendrás que ajustarlo, aunque no más de un par de minutos.

Si quieres preparar una arroz cocido para guarnición, ya sea para acompañar unas verduras, una carne o un pescado, es importante que quede ligeramente suelto, al igual que ocurre cuando queremos hacer una ensalada de arroz o arroz tres delicias. Con esta receta de arroz cocido, también podrás servirlo con pisto y huevo frito, con tomate y salchichas, o añadirlo a un plato de legumbres cuando estén casi listas.

Seguro que esta receta de arroz blanco perfecto se va a convertir en uno de los básicos de tu cocina. Anímate a compartir conmigo fotos cuando la prepares.

La salsa romesco es uno de los acompañamientos clásicos de la cocina catalana. Originaria de Tarragona, esta receta de salsa romesco es típica en las calçotadas, las parrilladas de calçots o cebolletas que se han hecho cada vez más populares y que ya no solo se disfrutan en Cataluña. Siendo estrictos, la salsa de los calçots es la salvitxada, una variante muy similar, pero es la romesco la que se ha hecho 'famosa'.

Lo bueno de la salsa romesco es su versatilidad: resulta ideal para acompañar las cebolletas asadas, pero también una parrillada de verduras; el pescado o la carne al horno, a la plancha o a la brasa; o un arroz o pasta cocidos. Como ves, sirve para acompañar casi todo.

¿Te animas a probar esta receta de salsa romesco?

La caponata siciliana es un guiso de hortalizas típico de la cocina italiana, especialmente de la isla de Sicilia, como indica su nombre. Este estofado de hortalizas es similar a otros platos mediterráneos como el pisto manchego, la samfaina catalana o el ratatouille francés, todos compuestos por verduras fritas, aderezadas con diferentes aliños.

Hay tantas versiones de la receta de caponata como personas que la preparan. Sin duda, la berenjena, el apio, las aceitunas y alcaparras no pueden faltar, como tampoco el vinagre y el azúcar, que dan el característico sabor agridulce al plato. Hay quien añade un puñadito de frutos secos (normalmente, pasas y/o piñones), unas anchoas en trocitos o algo de pimiento.

Aunque se puede tomar sola, la caponata siciliana está deliciosa sobre una buena rebanada de pan de pueblo, y combina muy bien con pasta cocida o arroz hervido, también como guarnición para pescados blancos al horno o pechuga de pollo o pavo a la plancha.

¿Conocías la receta de caponata siciliana? ¿Te animas a prepararla en casa?

Cada vez hay más personas que buscan recetas veganas, gente que no es vegana, pero quiere reducir la cantidad de alimentos de origen animal que consume. Si buscas una alternativa a la salsa de queso para disfrutar con los nachos, con colines de pan o crudités, esta es tu receta. No sé si alguien podría llegar a pensar que es realmente una salsa de queso, pero es verdad que tiene un sabor muy rico y una textura tan cremosa que pueden recordar a este alimento.


Esta receta de salsa vegana con sabor a queso es también ideal si estás a dieta, si eres intolerante a la lactosa o quieres incrementar tu consumo de vegetales sin renunciar a comer rico. Se prepara de forma sencilla, con pocos ingredientes y es un aperitivo saludable.


Por cierto, esta salsa vegana no solo sirve para dipear, también puedes usarla para sustituir el queso fundido en una tostada, en la lasaña (prueba a sustituir la carne por sojañesa), en la pasta gratinada o sobre una hamburguesa que, por cierto, no tiene por qué ser de carne, ¿has probado la hamburguesa quinoa? ¿Y la hamburguesa de lentejas y nueces?

¿Te animas a probar esta receta de salsa vegana con sabor a queso?

El rösti es un plato típico de la cocina suiza y hay quienes lo consideran su plato nacional. Son una especie de tortitas de patata a las que se pueden añadir otros ingredientes como cebolla, queso, panceta, manzana o hierbas aromáticas frescas. Tradicionalmente se freían en manteca y formaban parte del desayuno de los agricultores, pero hoy traigo una versión más saludable hecha casi a la plancha con un poquito de aceite de oliva y con una acompañante perfecta: la salsa alioli.

Hay una curiosa polémica acerca de si la receta de rösti se cocina con patatas crudas o cocidas. Al parecer, si va a ser un acompañamiento de un plato con salsa, se usan patatas cocidas para que se impregnen mejor; pero si se van a tomar solas se preparan con patatas crudas. Yo me salto esta polémica y cuezo las patatas pero poquito, de forma que quedan semicocidas. Los motivos: se rallan mejor que las cocidas (que se deshacen y es difícil que queden bien) y, a la vez, tardan mucho menos en cocinarse en la sartén que las crudas.

Los röstis de patata son ideales como acompañamiento para carnes y pescados, pero también para un picoteo, sobre todo si no se hacen demasiado grandes (algunos se cocinan ocupando toda la sartén, como nuestra tortilla de patata). Hay platos muy similares en Francia, donde reciben nombres diversos en cada región (crique, paillasson, milhassou...), y también son muy típicas de la cocina judía centroeuropea, donde las llaman latkes y las comen en Hanukkah o Janucá (la fiesta del solsticio de invierno).

Solas o como guarnición, ¿cómo vas a servir esta receta de tortitas de patata con queso?

La salsa barbacoa o BBQ sauce es uno de los acompañamientos más habituales para las carnes hechas en la parrilla. Aromática y potente, es perfecta para dar un punto de sabor cuando preparamos una parrillada en casa. Si estás pensando en organizar una, esta receta de salsa barbacoa casera se convertirá en una de tus favoritas.


Lo mejor de esta salsa barbacoa es que puedes ajustar los diferentes ingredientes a tu gusto, para que sea más o menos potente y predominen unos u otros sabores. Verás que su textura es densa y muy suave, queda espectacular.

Los espárragos verdes o trigueros son las puntas exteriores de la planta esparraguera, que crece en caminos espontáneamente, en suelos secos y soleados. Son un alimento de temporada, típico de la primavera, de sabor ligeramente amargo, que se caracteriza por su escaso aporte calórico y por ser rico en fibra y diurético.

Actualmente, los espárragos trigueros se pueden comprar, ya que también se cultivan. De hecho, estos y los espárragos blancos nacen de la misma planta. La diferencia de color se debe a que a los blancos no les da la luz del sol, mientras que los espárragos verdes crecen con ella.

Los espárragos se pueden cocinar de diversas formas: al vapor, a la plancha, guisados o, como en este caso con salsa de queso cheddar. Se trata de una salsa cremosa, al estilo de una bechamel, con la que se cubren los espárragos para gratinarlos después. El resultado es delicioso.

¿Te animas a probar esta receta de espárragos trigueros gratinados con salsa de queso?

Las patatas Hasselback nacieron a mediados del siglo XX de la mano de Leif Elisson, aprendiz de cocinero en el restaurante Hasselbacken de Djurgården (Suecia). Se trata de una receta de patatas asadas en láminas que se condimentan y pueden ir cubiertas o rellenas de otros ingredientes. También conocidas como patatas a la Hasselbacken, son una guarnición perfecta para carnes y pescados.

¿Te apetece probar esta receta de patatas hasselback con queso cheddar y bacon?

El solomillo es una pieza de carne de vacuno o cerdo, situada en la zona lumbar, entre las costillas y la columna, concretamente debajo del lomo, y es, precisamente, su ubicación la que le da nombre, 'so-lomillo'. Es uno de los cortes más apreciados por ser tierno, jugoso y muy versátil a la hora de prepararlo.

Curiosamente, la receta de solomillo a la plancha es una de las más sencillas, pero a la vez, es fácil estropear la carne dejándola cruda o cocinándola demasiado. Por eso, aunque depende del grosor y la temperatura de la plancha, intentaré detallar los tiempos aproximados en función de si queremos un solomillo poco hecho, al punto o muy hecho.

Para acompañar al solomillo a la plancha se pueden usar diferentes salsas. De queso (la más frecuente es la de queso azul o roquefort), a la pimienta, de mostaza, chimichurri... o esta salsa de setas suave y fina, muy fácil de preparar e ideal en otoño e invierno, cuando las setas están de temporada. Recomiendo que la sirváis por separado, para que cada uno se ponga la cantidad que quiera.

Si buscas un plato sencillo para una ocasión especial, no dudes en cocinar esta receta de solomillo con salsa de setas.

El pesto genovés es una salsa tradicional de la cocina italiana típica de la región de Liguria. Se prepara con ingredientes selectos: hojas frescas de albahaca, queso parmesano, piñones y aceite de oliva, entre otros. En este caso, el auténtico pesto genovés está acompañado de pesto rosso (rojo), una de las variantes más populares de la salsa original, que tiene al tomate seco como protagonista.

La palabra pesto procede del término pestare, que significa machacar en el mortero. Esa es, precisamente, la forma en que se elabora esta salsa italiana según el método tradicional. Aunque lo más habitual es usar la receta de pesto para condimentar la pasta, también se usa en pizzas, focaccias, ensaladas y siempre queda bien.

La salsa de pesto es tan importante en Italia que existe Il Consorzio del Pesto Genovese, que vela por mantener la tradición y los productos autóctonos en su elaboración. Y es que, al parecer, la receta de pesto genovés se ha mantenido inalterable desde mediados del siglo XIX.

¿Pesto verde? ¿Pesto rojo? ¿Ambos? ¿Qué receta de pesto vas a probar primero?

Menos es más. También en la cocina. A veces no me decido a compartir un plato porque es tan sencillo que pienso que no merece la pena. Pero luego alguien lo prueba y me dice: ¿esto lo tienes en el blog? Así que, aquí va mi receta de tomates cherry asados, que no puede ser más fácil, pero da un resultado delicioso.

Con solo cuatro ingredientes, no hace falta que os diga que estos tomates asados deben prepararse con productos de calidad. Por supuesto, los cherrys deben estar en su punto, nada de usar tomates blandurrios, pero para que el sabor sea excelente necesitamos un buen aceite de oliva virgen extra y un orégano con mucho aroma y ajos de calidad, como los ajos morados de Las Pedroñeras.

Estos tomates asados sirven como receta de acompañamiento para cualquier carne a la plancha, para un pescado al horno, para dar un punto especial a una ensalada de arroz o de pasta, para poner en la pizza, en un sándwich o, simplemente, disfrutarlos con una buena rebanada de pan. Son muy versátiles y, además, una vez horneados aguantan varios días en la nevera guardados en un táper.

Lo mejor es que, si cuidas tu alimentación, también podrás disfrutar de estos tomatitos asados, porque es una receta saludable. ¿Te animas a probar?