2014 se acaba y qué mejor forma de despedirlo que brindando. Para ese brindis, te propongo una bebida que se prepara en 5 minutos y que tiene el éxito asegurado: crema de licor de whisky. Vamos, el típico Baileys, pero en versión casera.

Su sabor suave y dulce y su textura delicada lo convierten en una tradicional bebida 'de chicas', pero yo os recomiendo que se lo ofrezcáis tanto a mujeres como a hombres, porque gustará a todos. Lo importante es servirlo muy frío. Hay quien, incluso, pone hielo. También puedes usarlo para preparar un postre muy rico y navideño: esta copa de crema de turrón y Baileys.

Esta receta de crema de licor de whisky es perfecta para regalar cuando queremos tener un detalle con alguien. Y si ya te molestas en buscar una botella bonita, añadir un trocito de tela con un lazo y poner una etiqueta, quedará preciosa. Si te gustan, solo tienes que descargarte estas etiquetas navideñas e imprimirlas.

Si ya estás pensando en brindar con una copa de Baileys casero por el nuevo año, no te olvides de enviarme una foto con el resultado. Puedes hacerlo por email (la dirección, arriba a la derecha) o colgarla en la página del blog en Facebook. FELIZ 2015 ¡¡CHIN CHIN!!

Estamos en Navidad y a todos nos apetece comer cosas especiales. Este postre lo es. Una crema deliciosa, solo apta para adultos (si hay niños, puedes adaptarla, te lo explico al final del post), que hará las delicias de los paladares más exigentes. La combinación es fantástica: turrón de Jijona, crema de whisky (la mía, casera y suave), nata montada y un toque de cacao.

Lo importante en esta receta navideña es que utilices un turrón blando de calidad, ya que aportará gran parte del sabor. Si, además, preparas la crema de whisky casera, tendrás la oportunidad de darle tu toque personal, con los aromas que prefieras, y que sea más o menos fuerte, en función de la cantidad de alcohol que pongas. La mía tiene toques de café, cacao y vainilla y es suave.

Si al terminar la Navidad tienes sobras de turrón de Jijona, puedes congelarlas para preparar esta crema en otro momento o también el bundt cake de turrón, un bizcocho estupendo que fuera de temporada sabe aún mejor.

¿Te animas a preparar esta crema de turrón y Baileys casero?

El panettone (panetùn, panetton o panetón) es un pan dulce típico de la cocina italiana, concretamente de Milán. Se trata de un bizcocho tipo brioche, con una curiosa forma de cúpula, que suele llevar trocitos de frutas confitadas y/o chocolate en su interior. Si te apetece saborear recetas de Navidad de otros países, tienes que probarlo.

La receta de panettone no es especialmente difícil de preparar, aunque sí bastante laboriosa. Como ocurre con la mayoría de recetas de panes dulces, requiere amasado y períodos de reposo en los que hay que tener paciencia para que la masa alcance su punto óptimo. Si tienes una amasadora, el proceso será más cómodo.

Aunque hay diferentes opciones, en este caso, he utilizado para el relleno mandarinas confitadas y pepitas de chocolate negro. Una combinación que nunca falla. Si tienes un par de días libres esta Navidad, te recomiendo que lo pruebes, merece la pena. Y si quieres hacer un regalo especial, un panettone casero lo es.

¿Te animas a probar a cocinar una receta de panettone casero? ¡Dulce Navidad!

Por regla general, a nadie le gusta la fruta confitada. Es habitual ver a la gente retirando del roscón de Reyes esas cosas de colores con las que lo decoran. Sí, digo cosas de colores porque, en la mayoría de los casos, eso ni es fruta ni está confitada. Te lo aseguro. Y yo, que soy de las que lo hacía (y lo seguiré haciendo cuando me ofrezcan un trozo que lleve 'eso'), te invito a probar estas deliciosas mandarinas confitadas, que te zamparás sin parar en cuanto las pruebes. ¡Qué cosa más rica! Son chuches, pero naturales.

Nunca he puesto fruta confitada a mi roscón, lo decoraba solo con pegotitos de azúcar y almendra laminada. Pero hace unos días, pensando en preparar un panettone, vi que en muchos sitios ponían gotas de chocolate y trocitos de mandarina. Buf... No sé, no sé... Pero al final, me decidí a intentarlo. Sobre todo porque encontré una receta para confitar mandarinas de Su, de Webos fritos, de la que me fío. "Total, no pierdo más que un rato, unas mandarinas y un poco de azúcar", pensé. Y menudo acierto. La fruta confitada, deliciosa, y el panettone de chocolate y mandarina, ni te cuento (la receta la publico el martes).

Total, que aquí tienes el paso a paso para confitar mandarinas. En principio, no pensaba publicarlo, os iba a remitir a la receta original, pero como he simplificado el proceso y han quedado muy ricas, te enseño cómo lo he hecho por si quieres probar a prepararlas como yo.

Si no has hecho nunca roscón de Reyes, te aconsejo que pruebes esta receta y que te leas todos los trucos y consejos para conseguir un roscón perfecto. Y cuando confites mandarinas, no te olvides de hacer una foto y compartirla, bien por email (tienes la dirección arriba a la derecha) o a través de la página del blog en Facebook.

"¿Esto es un polvorón? En mi pueblo lo llaman mantecado..." ¡Polvorón, es un polvorón! Al parecer, los típicos polvorones de Navidad son un tipo de mantecado de almendra que se deshace con facilidad. Digo 'un tipo de mantecado' porque sí, llevan manteca de cerdo, si puede ser, ibérica.

Aunque en casa nos encantan los polvorones de almendra, mucha gente dice que no los come porque se le hacen 'bola'. El problema es que los que ha probado no son de buena calidad. Los polvorones deben deshacerse en la boca y para eso hace falta que lleven una buena proporción de almendra.

La verdad es que me daba 'miedo' hacer polvorones caseros, porque pensaba que no serían ni parecidos a los que solemos comer. Pero, después de la cata, puedo decir que con esta receta de polvorones de almendra se obtiene muy buen resultado. Además, no es difícil, aunque sí un poco laboriosa. Lo más complicado es coger el punto a la masa y no dejar que nadie se coma uno hasta 12 horas después de hornearlos. Ganan mucho en ese tiempo de reposo.

¿Quién se anima a preparar esta receta de polvorones? Son una delicia que no puede faltar en la bandeja de Navidad.

El brócoli es una planta comestible de la familia del repollo, la coliflor, el colinabo, la col de Bruselas o el kale. Se compone de ramilletes o cabezas florales que nacen de un tallo grueso. Se suele preparar cocido o al vapor, pero se puede consumir de otras muchas formas, como salteado, al horno o, incluso, crudo. En este caso, primero lo herviremos y, a continuación, lo gratinaremos.

La forma de cocinarlo y los ingredientes que lo acompañan, hacen de esta receta de brócoli gratinado una buena opción para los que no comen mucha verdura o para los niños, a quienes suele costarles tomarla. El resultado es muy apetecible, un plato competo que, gracias al brócoli tiene un alto contenido en vitamina C y en fibra.

Para preparar este brócoli gratinado puedes usar brócoli fresco o congelado, pero también adaptarlo a otras verduras. Prueba a cambiarlo por coliflor, por calabacín, incluso por patata, o combinar un poco de cada. Además, puedes dejarlo hecho con antelación a falta solo de gratinar. Una vez puesto el queso, lo guardas en la nevera cubierto con film transparente y, en el momento de comer, lo doras en cinco minutos en el horno o en un microondas con grill.

¿Quién se anima a probar esta receta de brócoli gratinado? Os va a sorprender.

Hace tiempo que no publicaba recetas de pizza, y eso que suelo hacer todas las semanas. Después de probar muchas masas (pero muchas, muchas), os traigo la mejor receta de masa casera para pizza. Y además os descubro un truco para hornear la pizza y que quede la base crujiente y el relleno jugoso.

La base de pizza es un pan plano cubierto con ingredientes, que se puede hornear vacío o cubierto, en función de qué le vayamos a poner. Típica de Italia, al parecer la pizza es, junto a la hamburguesa, la comida más consumida a nivel mundial.

En este post, además de enseñaros cómo hacer masa de pizza casera, incluyo un montón de propuestas de rellenos, tanto salados, como dulces. En las fotos veis una pizza de pisto con huevos y una pizza dulce de Nutella con frambuesas y hierbabuena, pero hay más.

¿Te animas a probar esta receta de pizza con masa casera?

Asomando por esas llamativas flores aparecen tres clavos rojos que son un auténtico tesoro: azafrán, el 'oro rojo' de La Mancha. Si quieres descubrir su historia y aprender un montón de curiosidades, no te pierdas esta entrada, sobre uno de los tesoros de nuestra gastronomía. 

Por fin llegó el otoño, pero el otoño de verdad. Después de un verano tardío pero largo, que ha rematado en eso que hemos acabado llamando 'veroño', ya están aquí las primeras setas, los piñones, los membrillos y también las calabazas. Precisamente estas han sido mis elegidas para la receta del reto Qué rico mamá, que este mes tenía como anfitriona a Tere Romañá, y no sabéis qué gran acierto...

Elegida la receta, estuve buscando versiones y acabé mezclando de aquí y de allá (como siempre ;). En las últimas semanas me he aficionado a las especias, y decidí añadir al bizcocho una cucharadita de mi mezcla, que lleva, además de la canela que suele acompañar a esta tarta, clavo, jengibre, cardamomo, pimienta blanca, nuez moscada... Y, precisamente, durante esa búsqueda, encontré que, en muchas casas de Estados Unidos, preparan esta tarta y la montan con forma de calabaza en los días previos a Halloween. Como la idea me hizo gracia, decidí presentarla así, sobre todo teniendo en cuenta que esta receta está dirigida a los peques de la casa, que comerán verdura sin enterarse.

Los bizcochos de zanahoria, de calabacín o, como este, de calabaza, son esponjosos, húmedos, muy tiernos y jugosos. Perfectos para comerlos sin mojar en leche o para preparar una tarta, como en esta ocasión. Es de calabaza y especias, va rellena de una crema de queso suave y bañada con ganache de chocolate blanco. No pienses en las calorías, solo en lo buena (pero buena, buena) que está. Si quieres puedes ver las propuestas de mis compañeras y también mis anteriores publicaciones en este reto.

Y como seguro que estás pensando en preparar la receta, te animo a que me envíes una foto del resultado, para que todos la veamos. Puedes hacerlo por email (la dirección está en la columna de la derecha, arriba) o colgarla en la página del blog en Facebook. 

Los panellets son unos dulces típicos del Día de Todos los Santos, especialmente en los territorios del antiguo Reino de Aragón (Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares), donde se consume durante la Castanyada (o castañada), noche del 1 al 2 de noviembre, día de difuntos. Se trata de unas bolitas de mazapán que se recubren con frutos secos, tradicionalmente piñones, aunque cada vez se hacen más variedades o se simplifican, como los panellets de almendra.

En toda España son también típicos el 1 de noviembre dulces tradicionales como los huesos de santo y los buñuelos de viento, que cada año tienen mayor competencia con las recetas típicas de Halloween. Yo apuesto por compaginar nuestras costumbres culinarias con el pastel de calabaza (pumpkin pie), el bizcocho de calabaza o dulces terroríficos como la tarta tela de araña de queso y chocolate, que también están muy ricos.

Los panellets de piñones están deliciosos, aunque no negaré que son un poco laboriosos, sobre todo, a la hora de 'pegar' los piñones a la masa, pero merece la pena. Eso sí, a mí me regalaron una piña y me tiré ¡una semana! partiendo piñones. Nunca se me hubiera ocurrido que estuvieran taaaan duros, ¡qué cascara! Ahora entiendo por qué son tan caros cuando los compramos ya pelados.

¿Te animas a preparar esta receta de panellets de piñones?

Imagina un pastel de chocolate en tres texturas: abizcochada por fuera, cremosa al meter la cuchara y líquida en su interior. Y que, además, se prepara en menos de 10 minutos, se puede guardar congelado durante meses y se hornea en lo que tardamos en comer o cenar. Te hablo de la receta de coulant de chocolate, una auténtica delicia.

Un coulant es un bizcocho de chocolate con el interior líquido que el chef francés Michel Bras patentó en 1981, exactamente el año que yo nací. Quizá por eso me gusta tanto ;) Su nombre procede del verbo couler, que quiere decir fluir o correr, de ahí que la clave esté, precisamente, en conseguir que, al partirlo, de su interior salga chocolate derretido.

La receta del coulant es sencilla, pero conviene ser preciso con las cantidades y respetar el paso a paso, para que la química haga su trabajo y el pastel de chocolate quede como nosotros queremos. Es mucho más sencillo de lo que parece y, si no me crees, tendrás que hacer la prueba.

¿Te animas a preparar esta receta de coulant de chocolate?

La mayoría de las frutas -y no solo las uvas- acompañadas de queso, saben a beso. Si añades un poquito de hojaldre bien crujiente al plato, tendrás una combinación más que perfecta. Y si lo presentas de una manera original, conseguirás, además llamar la atención de los comensales, que empezarán a comer con los ojos.

¡Y menudo acierto! Lejos de lo que pueda parecer, es un postre que se prepara en media hora. Las bolitas de queso mozzarella se compran así y solo hay que escurrirlas bien. Y las de la carne de membrillo, se hacen con las manos o con dos cucharillas. Además, podemos comprar hojaldre fresco para tardar menos aún (tengo pendiente hacerlo casero, pero me da pereza, la verdad).

Para disfrutarlo, solo tenemos que levantar la cúpula de hojaldre y empezar a disfrutar... Si te animas a preparar esta receta, mándame una foto por email (tienes la dirección al comienzo de la columna derecha) o súbela a mi página de Facebook para que todos la veamos. Buen provecho ;)