Preparar palomitas caseras es mucho más fácil de lo que parece, sobre todo, con un palomitero. Es un pequeño electrodoméstico que ocupa poco espacio y que hace unas palomitas perfectas en 2-3 minutos. Lo mejor es que no necesitas poner grasa para que se hagan y no se queman porque funciona con aire caliente. Yo pensé que apenas lo usaría, pero es tan cómodo que no me da pereza.

En este caso os propongo dos sabores salados: palomitas de queso y pimentón; y palomitas de ajo y albahaca. Combinaciones sabrosas y potentes para picotear sin parar.

¿Tienes ganas de probar esta receta de palomitas de sabores? ¿De qué las harás?

La carne de membrillo es una conserva típica de la cocina española que se prepara con membrillos azúcar y zumo de limón. Los membrillos son una fruta propia del otoño, de textura áspera y dura, que no se suelen comer en crudo. Lo más habitual es cocerlos con azúcar para obtener dulce de membrillo, aunque también se pueden usar para preparar un bizcocho de membrillo.

La receta de carne membrillo tradicional es algo laboriosa por varios motivos: debemos pelar los membrillos, lo que cuesta bastante por su dureza; tienen que macerar durante unas horas con el azúcar y el limón; y, una vez triturada, necesitamos remover sin parar la mezcla para que no se agarre. Con esta versión de dulce de membrillo con Thermomix, no hay que pelarlos, porque al triturar queda una mezcla muy, muy fina; tampoco necesitan macerar y no tenemos que estar pendientes de remover, porque la máquina lo hace por nosotros.

Lo ideal es cocinar carne de membrillo en otoño, cuando la fruta está de temporada, y hacer cantidad suficiente para todo un año, porque su duración es muy prolongada. Os recomiendo usar para cuajarla recipientes no muy grandes, para poder apilarlos en la nevera e ir retirando los que se acaben.

Con esta receta de carne de membrillo con Thermomix ya no tienes excusa: es rápida, limpia y el resultado, espectacular.

El pan de pita es un tipo de pan plano y blando, típico de los países del Mediterráneo oriental, como Grecia, Turquía, Siria, Egipto o Libia. Los panes planos, como la receta de pan pita, son la forma más simple y más antigua de cocinado del pan y ya se hacía en el Antiguo Egipto, donde tenían incluso hornos para hacerlos. Los egipcios presionaban porciones de masa contra las paredes del horno obteniendo unos panes tipo tortas.

Hay decenas de recetas de panes planos, como el pide o el lavash turcos, el naan asiático, el chapati hindú, la focaccia y la pizza italianas, el mollete español o las tortillas mexicanas. Casi todas estas masas se componen de los mismos ingredientes: harina, agua, algo de sal y poca o ninguna levadura. Además, apenas se dejan levar.

El pan de pita se sirve de manera tradicional para untar con hummus o tzatziki y relleno de kebab o falafel, aunque en la antigüedad se empleaba básicamente como sustituto de los cubiertos. Hoy día se puede tomar como cualquier otro pan, tanto para comer acompañando algún alimento o como soporte en sándwiches o bocadillos con todo tipo de rellenos.

Si quieres disfrutar de un alimento milenario, prepara esta receta de pan de pita casero. ¿Con qué lo vas a rellenar?

¿Puede un doner kebab hacerse en casa? La respuesta es sí y prepararlo es mucho más fácil de lo que parece, incluso aunque no tengamos el enorme artilugio giratorio que lo caracteriza y da nombre. Porque kebab (en turco), shawarma (en árabe) y gyros (en griego) son versiones similares de 'carne a la parrilla que da vueltas', en su significado literal, mientras que doner kebab se refiere al plato hecho con esa carne.

Además será más saludable porque, haciéndolo en casa, la carne de kebab solo llevará cordero (o la carne que elijamos), especias y un poco de pan rallado. Además, podemos disfrutarlo en plato o montarlo en un pan de pita, con sus hojas verdes, tomate, cebolla, un trozo de queso feta y salsas que también pueden ser caseras.

Para cocinar la receta de carne de kebab solo necesitas una bolsa de asar (las venden en cualquier supermercado) y una lata de conservas de las grandes (de unos 800 ml de capacidad). Lo haremos al baño María, en el paso a paso te cuento todas las opciones que tienes para disfrutar en casa del doner kebab más rico que te hayas comido nunca.

Además es una estupenda receta de aprovechamiento, que te permitirá dar uso a los cortes menos vistosos de carne de cordero. Ya no hay excusa, ¿te animas a preparar esta receta de doner kebab casero?

Me encanta servir postres en formato individual, son cómodos de preparar, de servir y de comer. En este caso, versiono en forma de tartaletas el clásico lemon meringue pie americano, una tarta de crema de limón y merengue que combina una base crujiente, un relleno de lemon curd (cuajada de limón) y una cobertura de merengue suizo tostado.

Es una mezcla infalible: la acidez y suavidad del lemon curd contrasta con el dulzor y el toque esponjoso y ligeramente crujiente del merengue tostado. Y aunque los americanos consideran este dulce como propio y tienen el 15 de agosto como día nacional de conmemoración del pastel de limón y merengue, al parecer el autor fue el panadero suizo Alexander Frehse, quien la preparó por primera vez en el siglo XIX.

¿A quién vas a sorprender con esta receta de tartaletas de limón y merengue?

El lemon curd es una crema de limón cuajada típica de la gastronomía inglesa, de textura sedosa y sabor intenso. En los países anglosajones se toma simplemente untada en tostadas, scones o english muffins (panecillos), a modo de mermelada, para acompañar su tradicional té de las cinco; aunque también es muy popular como relleno del lemon pie, una tarta con base crujiente, una generosa capa de lemon curd y una cubierta de merengue tostado.

No hay una única receta de lemon curd, como suele ocurrir, hay diferentes versiones con mayor o menor cantidad de azúcar, de mantequilla, de limón, huevos enteros o más yemas... y también con formas de preparación de distintas. La principal diferencia es si se añade la mantequilla durante la cocción o se hace al final, fuera del fuego.

En casa nos gustan los sabores cítricos y he probado diferentes versiones de la receta de lemon curd, tanto en la forma de cuajar la crema como en la proporción de sus ingredientes. Unas de color más intenso que otras, pero ninguna de ellas dejaba de estar rica. Eso sí, para mí lo esencial es que sepa a limón, que tenga el toque ácido característico y que su textura sea muy, muy suave y fina.

¿Te animas a probar esta receta de lemon curd? ¿Qué harías con ella?

El cordero es una carne perfecta para hacer un guiso tradicional, uno de esos platos que nos transportan a la infancia. En los últimos años, parece que la carne de cordero se ha pasado de moda y lo cierto es que, más allá de la paletilla asada que se toma en muchas casas en Navidad, es muy versátil y se adapta a muchas preparaciones.

Cuando cocinamos recetas con cordero es importante elegir correctamente, no solo el corte de la carne que vamos a usar, sino también el tipo de cordero. Por su edad, puede ser:
-Cordero lechal o lechazo tiene menos de 45 días de vida y se alimenta solo de leche materna. Es el de carne más tierna, de color rosa pálido y el de sabor más suave.
-Cordero recental (o ternasco) es un cordero de entre 45 días y 4 meses, que ya ha iniciado el destete y come paja o cereales. Su carne sigue siendo tierna, es rosada y tiene algo más de grasa.
-Cordero pascual tiene entre 4 meses y un año, ya pasta y su carne es más dura, más grasa y de sabor más fuerte.

Yo suelo usar cordero lechal o recental, me parece que el pascual sabe demasiado fuerte; y por el tipo de plato, para un guiso de cordero como este podemos escoger los cortes menos 'nobles', como la falda, el pecho o el cuello. Por supuesto también podemos deshuesar (o pedir que nos deshuesen) una pierna o una paletilla.

¿Te animas a probar esta receta de cordero guisado con setas? ¡Prepárate para mojar pan!

Se acabó la Navidad y toca volver a la comida sana. Dejamos atrás las cenas copiosas, las bandejas de dulces y los excesos. Es hora de perder los kilos de más y la mejor forma de hacerlo es recuperar las rutinas, hacer algo de ejercicio, retomar los platos saludables y planificar menús para toda la semana que nos hagan más fácil el día a día.

Si puedes organizarte, lo ideal es practicar batch cooking, una técnica que consiste en dedicar una tarde a cocinar y tener comida para toda la semana. Pero, si por falta de tiempo no puedes o, sencillamente, no te gusta cocinar, Dietbon lo hace por ti.

Preparar roscón de Reyes casero se ha convertido en una auténtica moda y, cada año, son muchas las personas que deciden probar. La receta de roscón lleva tiempo, requiere planificación y tener paciencia. A mucha gente le da 'miedo' formarlo, por eso he decidido presentar esta versión de bollitos de roscón de Reyes, que son más sencillos y, además, permiten personalizar cada uno a gusto de quien vaya a tomarlo.

Podemos decorar de la misma forma todos los roscones individuales, pero también se pueden adaptar poniendo o no fruta escarchada, mandarinas confitadas, almendra, más o menos pegotitos de azúcar y usar distintos rellenos al gusto o dejarlos sin rellenar, como en este caso, para tomar mojados en chocolate a la taza.

Si sois pocos en casa, estos bollos de roscón tienen la ventaja de que pueden congelarse y estarán perfectos durante semanas. Solo hay que esperar a que enfríen después del horneado y congelar cuanto antes para que se mantengan tiernos cuando queramos comerlos. También son ideales para regalar. Los ponemos en celofán transparente con un lazo y una etiqueta y quedan monísimos.

Con esta receta de bollitos de roscón de Reyes no tienes excusa para meter las manos en la masa.