El verano es tiempo de melocotones y, aunque me encanta comerlos al natural, llevaba tiempo con ganas de preparar mermelada de melocotón. Mi abuelo tiene un árbol bien cargado y aproveché para elegirlos en su punto, una de las claves para que la conserva quede genial. En este caso, los he acompañado de cardamomo, una especia un tanto exótica que procede de la India, y que nos acompaña últimamente ligada a los gin tonic y sus mil y un aderezos.
En esta ocasión, en vez de usar azúcar 'normal', la blanquilla de siempre, he elegido azúcar moreno (perfecto en combinación con las especias) y sirope de agave, un endulzante de origen vegetal muy potente del que llevaba tiempo oyendo hablar. Se puede hacer también de forma tradicional con azúcar blanco.
Los tarros, por supuesto, son reciclados. Mételos en el lavavajillas y asegúrate de que están bien limpios y secos antes de echar la mermelada. Para decorarlos, solo necesitas pegar unos trozos de cordón, puntilla, cintas, etc. al cristal o a la tapa. Puedes rematarlos con una etiqueta o una pegatina (al final puedes descargarte algunas diseñadas por mí). Si te gustan las confituras, no te pierdas estas recetas de mermeladas de otros sabores: mermelada de fresa, hierbabuena y pimienta rosa, mermelada de cereza, mermelada de tomate o mermelada de pimiento rojo.
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