Si preparas esta receta de dulce de membrillo casero, sube una foto a cualquier red social y etiquétame (Facebook | Twitter | Instagram | Pinterest | Google+). ¡Espero que te guste!
La carne de membrillo es una conserva típica de la cocina española que se prepara con membrillos azúcar y zumo de limón. Los membrillos son una fruta propia del otoño, de textura áspera y dura, que no se suelen comer en crudo. Lo más habitual es cocerlos con azúcar para obtener dulce de membrillo, aunque también se pueden usar para preparar un bizcocho de membrillo.
La receta de carne membrillo tradicional es algo laboriosa por varios motivos: debemos pelar los membrillos, lo que cuesta bastante por su dureza; tienen que macerar durante unas horas con el azúcar y el limón; y, una vez triturada, necesitamos remover sin parar la mezcla para que no se agarre. Con esta versión de dulce de membrillo con Thermomix, no hay que pelarlos, porque al triturar queda una mezcla muy, muy fina; tampoco necesitan macerar y no tenemos que estar pendientes de remover, porque la máquina lo hace por nosotros.
Lo ideal es cocinar carne de membrillo en otoño, cuando la fruta está de temporada, y hacer cantidad suficiente para todo un año, porque su duración es muy prolongada. Os recomiendo usar para cuajarla recipientes no muy grandes, para poder apilarlos en la nevera e ir retirando los que se acaben.
Con esta receta de carne de membrillo con Thermomix ya no tienes excusa: es rápida, limpia y el resultado, espectacular.
¿Buscas una receta de aperitivo fácil, rápida y rica? Estas tartaletas de queso son ideales para cualquier ocasión especial. Con el Día del Padre a la vuelta de la esquina, puedes sorprenderle con una comida o cena preparada con alimentos gourmet. Un capricho del que puede disfrutar toda la familia.

Me encanta esta receta de tartaletas de queso porque al llevar oculto el interior, quien las prueba no espera encontrar el toque dulce. En este caso he usado carne de membrillo casera, pero puedes poner mermelada de fruta o de hortalizas, a tu gusto. Luego pones la crema de queso por encima y queda tapado.
Elige tartaletas crujientes y frutos secos tostados pero no demasiado salados, porque la crema de queso ya tiene bastante sabor. El dulce de la carne de membrillo o la mermelada aportará el equilibrio necesario para que no resulte pesada. Además, tiene un tamaño ideal, se come en dos bocados.
¿Te animas a preparar estas tartaletas de crema de queso, membrillo y nueces? Estoy desando ver tus fotos en redes sociales.
Los membrillos son una fruta típica del otoño, de textura áspera y dura, que no se suelen comer en crudo. Lo más habitual es cocerlos con azúcar para obtener dulce (o carne) de membrillo, aunque también se puede preparar un rico bizcocho de membrillo como este.
Las recetas de bizcocho con fruta son muy jugosas y aromáticas. En este caso, el olor a membrillo es especial, aunque al comerlo muchas personas no detectan exactamente de qué fruta se trata. Sobre todo porque la panela da un sabor acaramelado al conjunto y, junto con las nueces, forma una costra deliciosa en la parte superior.
Para no tapar el sabor de la fruta en este bizcocho de membrillo y nueces, te recomiendo que uses un aceite de oliva virgen extra de sabor suave. Y, en vez de usar la típica 'levadura' de repostería, pon gaseosillas, que le darán un aroma cítrico que combina a la perfección, ya que al membrillo le ponemos un poco de limón para que no se oxide demasiado.
¿Te animas a preparar esta receta de bizcocho de membrillo? Es un dulce con sabor a otoño que os encantará.
La coca es una masa de pan, típica de la zona del Mediterráneo español, que se puede rellenar con ingredientes dulces y salados. Esta receta de masa de coca tiene 'parientes' cercanos como la focaccia, la fougasse, el lahmacun, el pide, los panes árabes como la pita e, incluso, la pizza.
En este caso lleva un relleno dulce a base de membrillo, una fruta típica del otoño, de carne dura y bastante áspera que habitualmente solo se usa para cocinar dulce o carne de membrillo. Aunque en apariencia esta tarta de fruta se asemeja a la tarta de manzana, no tiene nada que ver: ni la masa de coca ni el relleno se parecen.
Esta receta de coca de membrillo es realmente sorprendente, pues la fruta queda melosa, con una textura muy diferente de la que tiene en crudo; su punto ácido sigue siendo protagonista, aunque con mucha menor presencia; y la masa es como un pan fino, con los bordes crujientes y el sabor del aceite de oliva le aporta un sabor diferente a otras masas dulces.
¿Te animas a probar esta receta de coca de membrillo?
La mayoría de las frutas -y no solo las uvas- acompañadas de queso, saben a beso. Si añades un poquito de hojaldre bien crujiente al plato, tendrás una combinación más que perfecta. Y si lo presentas de una manera original, conseguirás, además llamar la atención de los comensales, que empezarán a comer con los ojos.
Decidí empezar a escribir un blog de cocina el día en que descubrí una foto que resultó ser de una receta de manzanas encarceladas de La receta de la felicidad. Y esa foto vino a mi mente cuando Cocina con gusto propuso queso + fruta de temporada + hojaldre para el reto Qué rico mami de octubre. Pero como las manzanas asadas no están entre mis postres favoritos, decidí cambiarlas por dulce de membrillo casero que hice el año pasado por estas fechas, y del que todavía me quedaba un poco en la nevera.
Para disfrutarlo, solo tenemos que levantar la cúpula de hojaldre y empezar a disfrutar... Si te animas a preparar esta receta, mándame una foto por email (tienes la dirección al comienzo de la columna derecha) o súbela a mi página de Facebook para que todos la veamos. Buen provecho ;)
Llega la festividad de Todos los Santos y con ella los tradicionales huesos de santo. Me encanta preparar esos dulces que solo se comen en determinados momentos del año y que están, normalmente, asociados a fiestas, como las torrijas, el mazapán, las flores... Creo que gran parte de su encanto radica, precisamente, en que no se comen de manera habitual. En estas fechas lo propio en España son los buñuelos de viento, los panellets de almendra o de piñones, las puches o los huesos de santo rellenos.
La receta de huesos de santo no es difícil de preparar, aunque sí algo laboriosa. Tenemos que hacer, por un lado, la capa exterior, que es mazapán; y después el relleno o rellenos que vayamos a usar. En este caso, os explico varios. El tradicional: yema pastelera, una crema delicada de un sabor increíble. Pero también una ganache de chocolate tan sencilla como rica; y una crema de membrillo para dejar boquiabierto al personal.
Es fundamental hacer una buena masa de mazapán, que no lleve entre sus ingredientes patata, ni ningún otro sustituto de la almendra. Sobre todo porque el sabor no tiene nada que ver. Estos se hacen solo con agua, azúcar y almendra y se bañan en glasa. Una versión con la que se obtienen unos huesos de santo tiernos, pero con el exterior ligeramente crujiente.
A veces lo más sencillo es lo que mejor funciona, tal como ocurre con esta receta de ensalada. Se prepara en segundos, lo que tardamos en llenar un bol con nuestra mezcla de lechugas y hojas favoritas, un buen puñado de frutos secos, de frutas deshidratadas y un aliño diferente. Porque si hay algo que cansa es comer distintas ensaladas y que sepan siempre igual.
Es la ensalada de acompañamiento perfecta y puede cambiar de sabor simplemente cambiando las hojas verdes que usemos de fondo: lechuga, hoja de roble, canónigos, rúcula, escarola, mezcla de brotes... o el sabor de la mermelada que aromatiza la vinagreta. Pequeños detalles que marcarán la diferencia.
Puedes poner los frutos secos y frutas deshidratadas que más te gusten. Si quieres algo básico, hay combinaciones que funcionan muy bien, como pistachos y arándanos, nueces y pasas, almendras y dátiles... Incluso puedes poner pipas y semillas o trocitos de carne de membrillo. Y si lo prefieres, puedes escoger una mezcla ya hecha, como estas, pero asegúrate de que están crudos o tostados (no fritos) y que no llevan sal añadida.
¿Quieres enriquecer esta receta de ensalada de frutos secos y frutas deshidratadas? Añade unas lascas de queso curado, estilo manchego o parmesano, verás qué buena combinación.
Las medias noches son unos panecillos tipo brioche, tiernos y esponjosos, que se comen sobre todo en el desayuno y la merienda, rellenos de ingredientes dulces y salados. Son de tamaño pequeño y su masa es similar a la de los bollos suizos. ¿Quién no las ha comido en las fiestas de cumpleaños infantiles de los '80?
Aunque se pueden comer solas, lo habitual es rellenarlas. Se abren por la mitad y, si quieres, puedes tostarlas. Si te apetecen medias noches dulces: unta crema de chocolate; pon mantequilla y tu mermelada de frutas favorita; queso crema y un trozo de carne de membrillo; y si le pones crema pastelera o nata montada y la espolvoreas con azúcar glacé, tendrás una bamba.
Si prefieres medias noches saladas, te propongo algunas ideas de rellenos: paté; fiambre de pavo y queso; queso crema, aguacate y salmón; guacamole y pico de gallo; queso crema y mermelada de tomate; queso crema con hierbas aromáticas; pollo a baja temperatura, más conocido como 'pollo lento', con mayonesa, rodajas de tomate y hojas de lechuga; sobrasada con unas gotas de miel... Incluso puedes usar estos panecillos tiernos para poner dentro una hamburguesa.
¿Eres más de dulce o de salado? ¿Con qué vas a probar esta receta de medias noches?