Si estás cansada de comer legumbres siempre de la misma forma, estas tostas de pan de lenteja te van a sorprender. Puedes comerlas en época de calor o a la hora de la cena, justo en los momentos donde no apetece tomar un plato caliente o un guiso. Sirven como aperitivo, como merienda, como cena y permiten aumentar el consumo de legumbres, un alimento saludable y sostenible.
Las lentejas son ricas en hidratos de carbono y proteína vegetal, y aportan ácido fólico, vitamina B1, fósforo, calcio y fibra. Es un alimento ideal para dietas bajas en grasa y libres de colesterol. En España hay muchas variedades, algunas de gran calidad como las de la Indicación Geográfica Protegida 'Lenteja Tierra de Campos'. De variedad pardina, tienen un diámetro pequeño, el color de su cubierta es pardo con puntitos negros, son muy mantecosas y finas al paladar.
En este caso, usamos las lentejas para hacer el pan y también las germinamos, consiguiendo brotes de lenteja, que tienen un sabor ligeramente dulce y picante. Los brotes germinados de lenteja son más nutritivos y fáciles de digerir que las propias lentejas: al disminuir una parte del almidón del grano, otros nutrientes, como proteínas, vitaminas o minerales, aumentan, a la vez que la germinación hace que nuestro intestino pueda absorber de forma más eficiente minerales como el hierro, el magnesio o el zinc.
¿Te animas a probar esta receta de tostas de pan de lenteja con sus germinados?