guarniciones y salsas

Salsa romesco

7.2.21

Salsa romesco

La salsa romesco es uno de los acompañamientos clásicos de la cocina catalana. Originaria de Tarragona, esta receta de salsa romesco es típica en las calçotadas, las parrilladas de calçots o cebolletas que se han hecho cada vez más populares y que ya no solo se disfrutan en Cataluña. Siendo estrictos, la salsa de los calçots es la salvitxada, una variante muy similar, pero es la romesco la que se ha hecho 'famosa'.

Salsa romesco

Lo bueno de la salsa romesco es su versatilidad: resulta ideal para acompañar las cebolletas asadas, pero también una parrillada de verduras; el pescado o la carne al horno, a la plancha o a la brasa; o un arroz o pasta cocidos. Como ves, sirve para acompañar casi todo.

Salsa romesco

Tuve la suerte de probar los calçots con salsa romesco en la Jornada de las Cebolletas que cada año celebran en Consuegra a finales de otoño. Y es que, curiosamente, este pueblo toledano famoso por sus molinos, es el principal productor nacional de esta hortaliza que exportan mayoritariamente a Cataluña.

Salsa romesco

¿Te animas a probar esta receta de salsa romesco?

Receta de salsa romesco

Ingredientes (para un tarro):
3-4 tomates maduro
6-8 dientes de ajo
2 ñoras
10-15 almendras crudas o tostadas sin sal
10-15 avellanas crudas o tostadas sin sal
1 rebanada de pan
200-250 ml de aceite de oliva virgen extra
15-30 ml de vinagre (mejor si es de Jerez)
1/2-1 cucharadita de pimentón dulce
Sal

Cómo preparar paso a paso salsa romesco

Pon las ñoras en remojo la noche antes o, al menos, con 6 horas de antelación. Si vas sin tiempo, parte por la mitas y pon en agua caliente (que vaya a hervir) durante una hora.

Receta de salsa romesco: hidratar las ñoras

Asa los ajos. A mí me gusta asar las cabezas enteras, porque quedan mejor que los dientes sueltos. Los que sobren los puedes guardar para otras preparaciones. En un tarrito en la nevera duran semanas sin problema. Para asarlos, corta la parte de arriba de la cabeza, coloca sobre un trozo de papel de aluminio, espolvorea con sal y añade un hilito de aceite de oliva. Cierra muy bien e introduce en el horno, precalentado a 175ºC, con calor arriba y abajo, a media altura, durante unos 40 minutos. Sabrás que están suficientemente hechos cuando, al apretar levemente, notes que los ajos ceden, que están blandos. Pasado ese tiempo, saca y deja templar. Para sacarlos, solo tienes que presionar por los laterales para que salga la pulpa.

Receta de salsa romesco: asar los ajos

Asa los tomates. Puedes hacerlo a la vez que los ajos. En mi caso, ya tenía los ajos asados, por eso asé solo los tomates. Lava, haz dos cortes en cruz en la parte inferior y coloca boca abajo en una fuente untada con aceite de oliva. Hornea a media altura, en el horno precalentado a 180ºC durante 20-30 minutos, según su tamaño. Cuando estén blanditos, saca y deja templar. Pela, quita el tronco y las pepitas y reserva.

Receta de salsa romesco: asar los tomates

Tuesta el pan, prepara la pulpa de los ajos asados y retira las pepitas y la piel de las ñoras raspando con un cuchillo. Pon la carne de las ñoras, junto con los ajos, la pulpa de los tomates, las avellanas y las almendras en un robot. Añade el pimentón, un poquito de sal, el vinagre y el aceite de oliva. Tritura unos 3-5 minutos, hasta que la salsa esté emulsionada. Incorpora el pan tostado en trozos y vuelve a triturar hasta que quede una salsa muy fina y suave.

Receta de salsa romesco: emulsión

Prueba y rectifica de sal y vinagre.

Trucos y consejos para cocinar una salsa romesco perfecta

→ Puedes hacer una versión rápida asando los tomates y dientes de ajo en el microondas. Recuerda hacer el corte en cruz en la base de los tomates y cortar la parte de arriba de los ajos (en este caso, pon los ajos sueltos). Cocina a máxima potencia durante 3-4 minutos y comprueba que estén blanditos.

→ Es importante que los frutos secos estén tostados, sin sal y pelados. Si están crudos, tuesta en una sartén sin aceite durante unos minutos, hasta que se doren. Ojo, si se tuestan demasiado, amargan. Retira toda la piel frotando con un paño, para que no oscurezcan la salsa ni estropeen la textura.

→ Puedes servir la salsa fría o templada. Calienta solo la cantidad que vayáis a consumir.

→ Según el uso de la salsa, puede ser más densa o más ligera. Para que aligerarla, podemos usar un tomate más (o tomates más grandes); y para espesarla, poner algo más de pan.

→ Se conserva durante una semana en un tarro hermético en la nevera. También puedes congelarla. En ese caso, cuando la descongeles, el aceite se habrá separado del resto, pero no pasa nada, solo tienes que batirla con una batidora durante unos segundos, lo justo para unir los ingredientes.

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1 comentarios

  1. Me encanto! Al fin pude mostrar mi sange catalana con algo, jeje.
    Gustavo Woltmann

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