La tarta Red Velvet es un clásico de la repostería americana. Nace a principios del siglo XX, hacia 1920, y su nombre se debe a su maravillosa textura aterciopelada y a su intenso color rojo, provocado por la reacción química del cacao con el ácido del vinagre, usado junto al bicarbonato para que el pastel suba en el horno. Hoy, el color se logra con colorante, porque el cacao está cada vez más procesado.
Los bizcochos son clave para el pastel Red Velvet, pero no puede faltar una buena crema para acompañarla. La crema que yo hago no es la original porque lleva demasiada mantequilla para mi gusto, pero combinando con queso crema y chocolate blanco logro un sabor delicioso y una textura que soporta muy bien el peso de la tarta y, a la vez, es súper cremosa.
A continuación te detallo toda la receta de tarta Red Velvet y te cuento todos los secretos para que te salga perfecta. ¿Te animas a prepararla?
Receta de tarta Red Velvet
Ingredientes (para un molde de 20 cm):130 gramos de aceite de girasol
400 gramos de azúcar
2 huevos L
17 gramos de cacao puro en polvo
Colorante rojo en pasta (opcional)
17 gramos de vainilla en pasta
315 gramos de leche
13 gramos de zumo de limón
375 gramos de harina
6 gramos de bicarbonato
12 gramos de vinagre
875 gramos de crema de queso y chocolate blanco
17 gramos de vainilla en pasta
315 gramos de leche
13 gramos de zumo de limón
375 gramos de harina
6 gramos de bicarbonato
12 gramos de vinagre
875 gramos de crema de queso y chocolate blanco
Cómo preparar paso a paso una tarta Red Velvet
Echa en un recipiente la leche y el limón, mezcla y déjalo reposar a temperatura ambiente. Mientras, mezcla la harina con el cacao tamizado. Reserva.
Pon en el vaso de la amasadora el azúcar, el aceite de girasol, los huevos, la vainilla y el colorante (este ingrediente es opcional, la tarta sabe igual). Bate hasta obtener una mezcla homogénea. Añade un tercio de la mezcla de harina y cacao, mezcla; incorpora la mitad de la leche y vuelve a mezclar.
Añade otro tercio de la mezcla de harina y cacao, mezcla; incorpora la otra mitad de la leche y vuelve a mezclar. Echa el último tercio de harina y bate de nuevo hasta que la mezcla sea homogénea.
En un vasito pon el bicarbonato, añade el vinagre y, en cuanto empiece a burbujear, echa a la masa de la tarta y bate. Vierte en el molde forrado con papel vegetal.
Hornea en el horno precalentado a 175ºC, con calor arriba y abajo, a media altura sobre una rejilla durante unos 40 minutos. Pasado ese tiempo, comprueba que el bizcocho está listo pinchando en el centro. Si sale limpio, saca el bizcocho; si no, déjalo más tiempo (5 o 10 minutos más) y, pasado ese tiempo, vuelve a pincharlo. Saca el bizcocho a una rejilla, déjalo reposar 5-10 minutos y desmolda. Deja enfriar sobre la rejilla. Cuando esté completamente frío, corta en tres discos iguales.
Para montar la tarta, pon un poquito de crema en la bandeja o plato que vayas a usar y 'pega' el primer disco de bizcocho. Añade unos 250 gramos de crema y alisa. Pon otro disco de bizcocho y repite la operación: pon 250 gramos de crema, alisa y cubre con el último disco, que debe ser el que estaba en el fondo del molde, para que quede lo más liso posible (ponemos los discos tal como desmoldamos, con la base arriba). Guarda en la nevera como mínimo 1 hora para que endurezca la crema (la puedes dejar incluso para el día siguiente). Ahora toca decorar, si vas a cubrir la tarta entera, saca y pon una capa muy fina alrededor de toda la tarta y refrigera de nuevo, al menos 30 minutos. Así conseguirás sujetar todas las migas y tener una superficie lisa para decorar.
Te dejo algunos ejemplos de tartas decoradas (todas hechas por mí). Como ves, pueden quedar bonitas tanto 'desnudas' (las que muestran el borde del bizcocho), como lisas o 'imperfectas'.
¿Ya has elegido cómo decorar la tuya?
Trucos y consejos para preparar una tarta Red Velvet perfecta
→ Ajusta las cantidades a tu molde. La receta que yo he puesto da para lograr un bizcocho suficientemente alto para cortar tres discos de 20 cm de diámetro. Con este tamaño, logras una tarta de 16-20 raciones. Piensa que va a ser una tarta alta y contundente porque al bizcocho le sumas la crema.
→ No te asustes cuando veas que la leche se corta, eso es lo que buscamos. En la receta original, en vez leche cortada utilizan lo que los ingleses llaman buttermilk, que es el suero que resulta al hacer mantequilla, pero es un ingrediente difícil de encontrar en España. La leche con limón, con sus grumos, es nuestra solución casera.
→ Debes usar cacao puro en polvo desgrasado. No sirven los cacaos solubles, ni los colacaos. Lo puedes encontrar en casi cualquier supermercado. Aunque hay marcas profesionales, Valor vende el suyo en supermercados como Dia.
→ El colorante no es necesario. Si no se lo pones, tendrás un bizcocho de color marrón claro. Si quieres que quede roja, tendrás que usar colorante en pasta o gel, no sirven los líquidos porque no logran teñir. Hay muchas marcas, yo uso Extra Red de Sugarflair.
→ No lleves prisa, bate lo necesario para integrar los ingredientes en cada paso. También debes tener en cuenta que debes batir lo justo: si bates demasiado, la textura no quedará tan esponjosa.
→ Forra el molde con papel de horno, queda mucho mejor que con mantequilla y harina y, sobre todo, te garantizas que se va a desmoldar perfecto.
→ Corta el bizcocho cuando esté muy frío. Si te da miedo que se rompa, envuelve en film y guarda en la nevera durante 30 minutos. Corta y rellena. Aunque frío esté más duro, una vez que esté a temperatura ambiente, volverá a estar muy, muy esponjoso.
→ Prepara la crema cuando vayas a montar la tarta. Si la haces con antelación y la guardas en la nevera, estará dura y no podrás trabajar con ella. Puedes ver la receta paso a paso de la crema de queso y chocolate blanco o el vídeo.
→ Escoge una bandeja o plato lo más plano posible para poder dejar los laterales bien lisos.
→ Decora a tu gusto, no te agobies, quedará rico en cualquier caso.
0 comentarios
¿Tienes alguna duda? ¿Quieres preguntarme algo o dejar algún mensaje? ¡Hazlo aquí! Me encantará leerlo y responderte.